sábado

Y diáiii... Desde nuestras expresiones podemos construir

Para no caer en lo mismo, busquemos la originalidad o la acción concreta para cambiar o mejorar.

Hace un tiempo en una reunión sobre temas sociales adonde concurrieron muchas personas de todos los sectores, escuche de Aurelio Coro una expresión, que motivo a acordarme de las expresiones que tenemos los tucumanos.
Por ejemplo; cuando nos encontramos con alguien y al mirarlo, antes de saludarlo le decimos con las manos hacia abajo, al costado del cuerpo, con las palmas hacia arriba, abriendo los ojos y levantando las cejas, con un movimiento casi imperceptible de la cabeza y todo en un solo movimiento, decimos; Y... ?.
Significa; que nos debe algo, o nos dejó esperando... o confiábamos en el y nos falló.
Esta expresión da pie para que comience una conversación amena, risueña, adonde las excusas o comentarios por la situación están de más. Generalmente se pauta de nuevo el encuentro o lo que sea.

Pero, sobre esta misma expresión hay una variante, esta tiene carácter de reproche, de malestar, de hacer notar la falta, de esperar que cumplas con tu parte. Esa expresión es; Y diai...¡¡¡.
Significa; para cuando¡¡¡... estoy esperando¡¡¡.. te necesito¡¡¡...
El tono de voz es distinto, la mirada fija y va acompañada de gestos poco amistosos, sin ningún tipo de saludo, del otro lado vienen en seguida las justificaciones, excusas de todo tipo, que esconden olvido, desinterés, pereza, o que no le importó.
La persona molesta, ahora pone condiciones, quizás mas duras o recomendaciones severas.
En esa reunión, Aurelio se refería a que nuestra ciudad, nuestra gente, las cosas que pasan, la comunidad nos pregunta; Y?...
Que le debemos a nuestra provincia, a nuestro país, que hacemos aparte de quejarnos, de mostrar las cosas que no están bien, de exigir, que hago desde el lugar donde me encuentro.
Que actitudes tengo, que propongo, que hago, para que la vida no me pregunte; Y diai...¡¡¡